Nuevos placeres
Había pasado ya una semana desde lo
que pasó con Jorge y no paraba de pensar en eso, necesitaba de sus caricias, su
cuerpo, quería volver a recibir ese placer que nunca imaginé que fuera posible.
Pero en todo el transcurso de la semana se la había pasado ignorándome, no
sabía lo que pasaba. Cuando quería hablar con él, siempre decía que tenía una
cosa pendiente y que luego conversaríamos, pero no iba a seguir permitiendo
eso. Llegó la hora del taller y nos dirigimos al aula; él se sentó con sus
amigos y conversaba con ellos mientras yo solo me quedaba sentada viéndolo y
pensando en qué decirle. Al acabar la clase me acerqué a su asiento.
D: ¿Podemos hablar? - Pregunté con
firmeza.
J: Hola Dani, lo siento tengo práctica
de futbol con mis amigos, si quieres...
D: Es sobre Melissa. - Mentí - Ella se
encuentra muy mal y me preocupa, necesito que me ayudes por favor.
Vi como Jorge se me quedaba viendo,
sabía que era mentira.
J: ¿Que sucede con Meli?, por lo que
sé anda en planes con un chico del otro salón. - Trataba de poner excusas, pero
yo ya no podía más.
D: Preferiría que lo habláramos a
solas, es un asunto delicado.
Jorge esbozó una ligera sonrisa, casi
imperceptible, pero me dio a entender que me escucharía.
J: Bueno chicos, los alcanzo más
adelante. - Se despidió de sus amigos y nos dirigimos al patio donde nos
sentamos a conversar.
D: Gracias por no ignorarme esta vez.
- Dije algo molesta.
J: Bueno, tiene que ser muy urgente si
eres capaz de inventar un problema falso. - Sentí como mi rostro se ponía rojo
de la vergüenza -. Entonces, ¿qué es lo que quieres?
D: ¿Por qué has estado ignorándome
toda la semana?
J: JAJAJA, ¿en serio hiciste tanto
drama por eso?
Eso me molestó, quería mandarlo a la
mierda en esos momentos.
Me levanté del banco, dispuesta a irme
de ese lugar, pero Jorge toma mi mano y me jala hacia él y al voltearme me
besa. Sentir sus labios y mi cuerpo pegado al suyo me hizo olvidar todo;
correspondí al beso y lo sentía cada vez más apasionado, quería que me follara
ahí, que me desnudara y me hiciera sentir más placer, pero sin aviso se separó.
J: ¿Pensaste en mi toda la semana? -
preguntó con una sonrisa burlona.
D: No... - Mi cabeza estaba atontada.
J: ¿Segura? - Decía mientras metía su
mano bajo mi falda.
D: ¡Ahmmmm! - Un pequeño gemido escapó
de mi boca.
J: Parece que aquí abajo opina lo
contrario. - Empezó a mover sus dedos.
D: Ahhhh... Hmmmm... - Me sentía en el
cielo otra vez, podía sentir cómo me mojaba poco a poco, mientras disfrutaba
todas esas corrientes de placer.
Pero una vez más, se detuvo; mi mirada
estaba perdida, no entendía por qué se detenía. Tomé su mano para que no la
quitara de mi coño y él empezó a reírse.
J: No Dani, la última vez solo tú
disfrutaste. Esta vez me toca a mí.
D: ¿A qué te refieres?
J: Te dije que te enseñaría muchas
cosas, - me dijo mientras metía su dedo en mi boca. - Chúpalo despacio.
No entendía muy bien el motivo por el
que me pedía que le chupara su dedo, pero de igual manera lo hice, se sentía
salado y era algo extraño, pero me iba indicando cómo hacerlo. Tras un rato me
dijo que fuéramos a otro lado donde no nos pudieran ver, y me llevó a la parte
trasera del colegio donde retomamos la calentura mientras nos besábamos, hasta
que siento sus manos en mis hombros.
J: Arrodíllate.
Obedientemente le hice caso.
- Ahora abre tu boca.
Vi como sacaba de su pantalón su
verga, era delgada pero larga, me quedé unos momentos admirándola, era la
primera vez que veía una y no sabía muy bien qué hacer.
J: Haz lo mismo que hiciste con mi
dedo.
La tomé con mi mano y primero le di
una leve chupada a la punta, tenía un sabor mucho más salado que su dedo, pero
era adictivo. Cuánto más la lamía más sentía que se iba endureciendo, por lo
que decidí meterla a mi boca. Tenía que tener cuidado con los dientes, pero eso
incomodaba un poco ya que era una novata. Él agarró mi cabeza y empezó a
moverla hacia adelante y atrás, mientras con mi lengua jugaba y saboreaba,
sentía como se corría toda mi saliva cada vez que su verga entraba. Solo
lograba tener la mitad adentro, pero era mucho para mí. De repente siento cómo
acelera sus movimientos hasta que siento que algo sale de él, me hace atorarme
y quería sacarla para escupir, pero Jorge agarró mi cabeza evitando que me
moviera.
J: Ahhhh...
Uffff... Trágalo Dani.
Empecé a tragar su semen, pero era
algo difícil, aunque debo admitir que no me desagradó el sabor; era como tener
algo viscoso en mi boca.
- Uffff, todavía necesitas práctica mi
niña, - me dijo mientras sacaba su verga de mi boca -. Pero lo has hecho
bastante bien para ser tu primera vez.
Yo sentía que me dolía la boca, era
algo difícil acostumbrarme a chupar y además evitar lastimarlo, pero me gustaba
lo que había hecho, me fui al baño a lavarme la boca y la cara porque mi papá
llegaría pronto a recogerme. Al salir lo vi esperándome en la puerta.
J: El martes harán una fiesta de
disfraces. - En mi colegio el 1 de noviembre era feriado, por lo que una fiesta
a mitad de la semana era posible en esas fechas–. Invita a Melissa si quieres.
D: No sé si me dejen ir
J: Depende de ti, - dijo mientras se
acercaba a mi oído para susurrarme. - "Pero si quieres pasarla bien te
recomiendo que te las ingenies"- Y tras decir eso se alejó en dirección a
la cancha de futbol para reunirse con sus amigos.
Sus susurros erizaban mi piel y la fantasía
de experimentar más con él hacía que mi mente divagara de curiosidad. Mientras
caminaba hacia la salida iba pensando en cómo lograría que mis papás me dieran
el permiso. Ellos no eran muy permisivos y definitivamente no me dejarían ir a
una fiesta donde habría alcohol. Al llegar al auto saludé y mientras pensaba me
quedé dormida. Al llegar mi papá me despertó y entramos a la casa, cenamos y
luego me dirigí a la laptop para chatear con Melissa.
D: Hola,
Meliii.
M: Holissss.
D: ¡¡Oye te cuento, hablé con Jorge
hoy en el taller y nos invitó a una fiesta el martes!!
M: Uyyyy, jajaja, cuenta conmigo.
D: Jajaja okok, pero ¿cómo hacemos?
Mis papás no me dejarían ir a ese tipo de fiestas.
M: Mira tú diles que vamos a hacer una
pijamada aquí en mi casa y te quedas a dormir, así podemos ir tranquilas.
Me agradaba la idea, una pequeña
mentira para satisfacer mi curiosidad.
D: Okiss, entonces así quedamos.
Seguimos planeando sobre cómo iríamos
y como conseguiríamos los disfraces; para el fin de la noche ya estaba todo
listo y solo habría que esperar a la fiesta. A la mañana siguiente puse en
marcha el plan, lo primero que hice fue decirles a mis papás sobre la pijamada
en casa de Melissa, con la excusa de quedarnos viendo películas aprovechando que
el día siguiente era feriado. Debido a que era una chica responsable y nunca
les había dado motivos para que no confiaran en mí, aceptaron y me dieron
permiso. Tras comentárselo a Melissa ella se encargó del resto, que era
alquilar los disfraces y avisarle a su nuevo novio que nos acompañara.
Finalmente llegó el día de la fiesta y
me dirigí a casa de Melissa mientras iba imaginando qué cosas haría con Jorge.
A la vez pensaba eso sentía cómo mi entrepierna se iba calentando y mis ganas
de tocarme se incrementaban. Tuve que calmarme ya que ya había llegado a casa
de Melissa, donde me recibió muy contenta y me llevó a su cuarto para que
viéramos los disfraces. Había alquilado un disfraz de caperucita roja para mí y
uno de black cat para ella. Nos vestimos para probar los disfraces y me gustaba
mucho el mío, era una blusa blanca que se ajustaba con un corsé, una falda roja
que alcanzaba hasta las rodillas, pantimedias negras y unos zapatos con
plataforma, del mismo color, además de la típica capa de caperucita; y bajo el
disfraz había llevado mi ropa interior de encaje de color negro, que me había
comprado en secreto el día de ayer.
Tras vestirnos nos sentamos a
conversar y reírnos mientras esperábamos a que llegara su novio para que nos
llevara. Cuando llegó nos despedimos y nos fuimos en dirección a la fiesta, su
novio iba vestido de pirata que no le quedaba para nada mal y notaba como de
vez en cuando rozaba el culo de Meli, haciéndome pensar en que haría Jorge al
verme disfrazada. Al poco rato llegamos a la casa de la fiesta, eran las seis
de la tarde así que todavía había algo de luz afuera, pero dentro de la casa
habían decorado el ambiente con luces oscuras y muchos adornos de Halloween.
Estéfano, el novio de Melissa, dijo
que iría por unos tragos y nos quedamos esperándolo en la sala que ya estaba
bastante llena y con la música de fondo nos hacía pasar casi desapercibidas
entre toda la multitud. Mientras estábamos ahí trataba de buscar a Jorge, quien
me había dicho que iría disfrazado de Frankenstein. En eso llegó Estéfano con
dos vasos llenos de jugo con vodka. Ninguna de las dos había tomado antes, así
que nos indicó que tomáramos despacio y que nos moviéramos para que el alcohol
no nos chocara tan fuerte, por lo que decidimos ponernos a bailar los tres. Estéfano
había demostrado ser un chico agradable, casi lo contrario a Jorge, exceptuando
por su lado pervertido ya que lo veía tocar mucho el cuerpo de Meli, pero
quitando eso estaba feliz por mi amiga. Mientras tomaba un trago para calmar la
sed, vi de reojo cómo entraba un Frankenstein; llevaba pintura verde en la cara
y un traje que estaba super desgastado, entonces me escabullí hasta donde
estaba él.
D: Hasta que al fin te encuentro jaja.
J: No sabía de qué irías disfrazada.
D: Quería que fuera una sorpresa. -
dije de manera coqueta. - ¿Te gusta?
J: Me gusta bastante. - Dijo mientras
sonreía y posaba su mano en mi cuerpo.
Nos fuimos a otro lado para bailar
donde no nos vieran Meli y Estéfano, por lo que subimos al segundo piso de la
casa. Estaba igual de lleno que el primer piso, lo cual nos era útil para
ocultarnos. Seguimos bailando y tomando cuando empiezo a sentir su mano alzando
mi falda para apretar mi culo, me dio cierto pánico de que nos vieran pero
parecía que todos estaba en su mundo.
D: Nos pueden ver
J: No me importa. - Y tras decir eso
se lanzó a besarme y a tocar todo mi cuerpo.
Se notaba que estaba caliente, yo
también lo estaba, sin darme cuenta mi mano había bajado hasta su pantalón, él
se dio cuenta de esto y empezó a besar mi cuello, haciéndome lanzar leves
suspiros que quedaban perdidos por la fuerte música. Tomó mi mano y me guio
hasta uno de los cuartos, pero al entrar vimos a una pareja en lo suyo, pero
quedábamos ocultos por una pared que hacía de punto ciego para ellos.
Mi primer instinto fue salir, pero
Jorge me puso contra la pared y cerró la puerta despacio, empezó a besarme y me
dejé llevar por la calentura del momento y por los gemidos de la chica, que se
podían escuchar levemente debido a que la música tapaba todo. Ahora Jorge se
puso contra la pared y yo una vez más me puse de rodillas, desabroché su
pantalón para poder volver ver su verga, rápidamente me la metía a la boca para
saborearla, mientras él tomaba mi cabeza para ayudarme con el movimiento. Por
el morbo de la situación miré por la esquina de la pared para ver lo que hacía
la otra pareja. Pero mi sorpresa fue otra al ver cómo Melissa estaba saltando
sobre la verga de otro chico. Su cuerpo completamente desnudo y sus gemidos
incrementaron mi morbo haciendo que chupara con más ganas la verga de Jorge
hasta lograr que se viniera otra vez en mi boca.
M: ¡¡¡Ohhhhh síííí!!
Escuchaba a Meli gemir, haciéndome
desear ser ella, en eso siento que Jorge me pone de pie contra la pared
contraria.
J: Te gusta verlos, ¿no? - Preguntaba
mientras besaba mi cuello y abría mi blusa.
D: Ufff.... ahhhh...síí- gemía
mientras veía cómo a mi amiga la ponían en cuatro.
J: Sigue viéndolos. - Me dijo mientras
empezaba a bajar por mi abdomen hasta ponerse el de rodillas.
Siento cómo levanta mi falda y rompe
mis pantis, pero yo no podía apartar la vista de mi amiga que recibía con mucho
placer la verga de aquel desconocido.
M: ¡¡AHHHH!! SIIII!! MAASSSS!! DAME
MAS FUERTEE!!!
Pero de repente siento una fuerte
corriente, nunca antes había experimentado eso.
D: ¡¡AHHHH!!- gemí y tapé mi boca con
miedo a que nos vieran, pero parecía que Meli no era consciente de lo que
pasaba. Al bajar la vista vi cómo Jorge estaba haciéndome sexo oral, lo que
hacía que mis gemidos se descontrolaran bastante-. Ahhhhh!!! Hmmmm!!!! Wahhh!!!
M: ¡¡¡SIII!!! ¡¡MAS ADENTRO!!- Gemía
Melissa.
Yo no pude aguantarme más, la lengua
de Jorge y sus caricias eran algo que me ponía demasiado caliente.
D: ¡¡¡Hmmmm!!! Síí!!- Empecé a gemir
con más fuerza - No... pares!! AHHHHH!!!
M: ¡¡¡QUE RICOO!!! METEMELA MAS!!
D: ¡¡¡SIII!!! ¡¡¡SIGUE NO PARES!!!
M: AHHHHH... AHHHHH... HMMMMM.
D: ¡¡SIGUE...AHHH...SIGUEE!! HMMMM!!!!
AHHHHHHHHHH!! - Sentí como me venía a chorros, había tenido un squirt por
primera vez.
Jorge se puso de pie y comenzó a
besarme, mientras aún seguíamos viendo cómo Melissa tenía sexo, parecía que
ellos todavía iban a demorar, por lo que salimos del cuarto en silencio y
volvimos a la fiesta. Yo me sentía mareada, no podía caminar bien y sentía que
me colapsaría en cualquier momento, voltee para buscar a Jorge, pero el ya no
estaba. Había demasiada gente y nos separamos por accidente. Decidí bajar al
primer piso, donde me encontré con Estéfano.
E: ¡Dani! ¿Hola, has visto a Meli? -
La culpa me comía por dentro, como le diría que su novia estaba follando con
otro en el piso de arriba.
D: No. Debe estar bailando por ahí. -
Mentí para evitar algún drama.
E: Avísame si la ves por favor.
D: Sí no te preocupes.
Tras una media hora ya estaba más
estable y vi a Melissa bajando por las escaleras, fui a verla y le dije que
Estéfano la estaba buscando, aún no le diría nada sobre lo que sabía, pero
tenía que saber cómo es que había llegado hasta esa situación. Luego nos
encontramos con Estefano y nos quedamos un rato más en la fiesta. Antes de
salir vi a Jorge en la cocina y me dirigí hacia él.
D: Hola, perdón te perdí de vista.
J: No pasa nada, había mucha gente.
D: ¿Entonces... me seguirás enseñando
más? - Estaba tomada y las hormonas no me dejaban pensar con claridad.
J: Por supuesto que sí mi niña,
todavía tienes mucho que mejorar.
D: Pero no me ignores esta vez. - Le
dije con un tono medio serio
J: Te lo prometo
Me despedí de él y me reuní con Estéfano
y Meli para irnos a la casa de Melissa y dar por finalizada la noche. Al llegar
vimos que la mamá de Meli estaba esperándonos, luego de que Estéfano se fue nos
dio una gritada por lo tarde que habíamos llegado y nos mandó a dormir. Nos
tiramos cansadas a la cama, había sido una noche larga pero definitivamente
jamás la podría olvidar.
Hasta aquí mi cuarto relato, no
esperaba que coincidiera con Halloween, pero me alegro que haya sido así
jajaja. Espero que lo disfruten tanto como yo y como siempre saben, pueden
enviarme correos para comentarme o hacer preguntas. Los veo la próxima semana.
Comentarios
Publicar un comentario